Queridas Madames,
Ustedes que tienen edad para haber vivido todas las edades recordarán sin duda la maravillosa película de Francis Ford Coppola donde la música de Wagner acompañaba a unos helicópteros bombardeando el Vietnam. Que el bueno de Richard Wagner hacía música apabullante y que ésta era utilizable para lo marcial no era sin duda novedad, pero quién más quién menos saludó la propuesta con alborozo. Nosotras mismas ya lo habíamos comentado en la sección ‘Destrozos y Retales’ de nuestra tertulia, donde Madame de Malarrama aprendíó su francés colonial.
Ahora debo comunicarles mi pasmo total con un texto de Marcel en El tiempo recobrado, que me está dando sorpresas que no tendré para olvidar. Estamos en el París de la IGM sometido a los primerizos bombardeos de la aviación alemana y Saint-Loup, de permiso, le dice a Marcel hablando de los aviones que ascienden en la noche…
Reconozco que es muy hermoso el momento en que suben, en que van a formar constelación, y obedecen en esto a leyes tan precisas como las que rigen las constelaciones, pues lo que te parece un espectáculo es la formación de las escuadrillas, las órdenes que les dan, su salida en servicio de caza, etc. Pero ¿no te gusta más el momento en que, definitivamente asimilados a las estrellas, se destacan para salir en misión de caza o entrar después del toque de fajina, el momento en que hacen apocalipsis, y ni las estrellas conservan ya su sitio? Y esas sirenas, todo tan wagneriano, lo que, por lo demás, era muy natural para saludar la llegada de los alemanes, muy himno nacional, con el Kronzprinz y las princesas en el palco imperial, Wacht am Rhein; como para preguntarse si eran en verdad aviadores o más bien valquirias que ascendían. -Parecía complacerse en esta asimilación de los aviadores y de las valquirias, explicándola, por lo demás, con razones puramente musicales-: ¡Claro, es que la música de las sirenas se parecía tanto a la Cabalgata! Decididamente hace falta que lleguen los alemanes para que se pueda oír a Wagner en París.
No sé ustedes, queridas, pero no es sólo el espíritu del retrato que Marcel hace, no lejano al propio de Coppola en la famosa escena del Charlie dón’t surf, sino el mismo uso de palabras clave como valquiria, cabalgata, e ¡incluso la misma apocalipsis! lo que me hace ver muchos puntos para la inspiración. ¿Quién lo iba a decir?
Suya,
Madame de Borge
- El largo viaje acaba
- La guerra
4 comentarios en “Apocalypse Then”
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Desde luego que recuerda poderosamente. Aunque no veo a John Milius dejándose influir por Proust (el título al menos se supone que viene de parafrasear el eslogan hippie "Nirvana Now")
No le pega nada a Milius, estoy de acuerdo. Pero nunca se sabe, con las sorpresas que se lleva Marcel, lo mismo Milius leía a Proust a escondidas en medio de la selva, y lo negaba delante de todos!
La coincidencia es portentosa, sí señor. Aunque, efectivamente, no creo que Milius y Coppola se dejaran llevar por Proust. Siempre he pensado que la escena de Apocalypse Now era una parodia/homenaje/ajuste de cuentas de la escena de la cabalgada de Ku Klux Klan de El Nacimiento de una Nación, donde también suenan las Valkirias.
Pero, en fin, supongo que como los caballos de las valkirias volaban, el comparar a la aviación alemana con ellas puede que fuera algo común en su tiempo. Vamos, que a lo mejor ni siquiera fue idea de Proust, sino más bien algo que se decía en su época…
Ay, el Goio, siempre descubriéndonos cosas estupendas.
¡Las cosas estupendas están ahí esperándonos!