Si paseas a la noche por los pórticos de madera del barrio francés de Nueva Orleans, verás vampiros. Muchachos solitarios vestidos de negro, con largas cabelleras lacias hasta la cintura, capas, botas, cinturones de calavera y maquillaje blanco. Antes, si sólo eres turista, habrás visitado los mercados del vudú: pequeñas tiendas recatadas donde inquietarse con…