Madame de Malarrama y sus alumnas de la Escuela de Traducción para Señoritas. Queridas Madames, Por fin he consiguido sobreponerme a los nervios, dejar de llorar sobre el boeuf bourguignon y escribiros por fín, queridas mías, no solo para que sepáis que estoy bien de salud (al contrario de lo que se ha dicho por…