Querida Madame Proust: Ya he empezado el relato con el que nos deleita nuestro querido Marcel. ¡Cómo estoy disfrutando! Aunque ya le dije que mi primera reacción ante el volumen fue la de temor y prudencia, me he encontrado estos días dejando pasar mis dedos página tras página, maravillándome con cosas en principio tan cotidianas…