Alas, este libro de Mijaíl Kuzmín es tan luminoso como anuncia su portada, aunque menos explícito de lo que pudiera sospecharse. Afamado por ser ejemplo pionero de literatura rusa claramente homosexual, publicado en 1905, llegué a él gracias a Wagnerismo, de Alex Ross, que lo menciona como una de las obras de arte de contenido…