Incluir una variación de la palabra «iluminaciones» en el título de un libro sobre poesía es apuntar alto. Beñat Arginzoniz lo hace en esta La herida iluminada, un conjunto de sentidos aforismos sobre la poesía, su sentido, necesidad, manera de ser afrontada, y sobre sus autores, los poetas, su pulsión, instinto e intelecto. Setenta páginas de aforismos entre una y diez líneas dan para muchas sentencias, que en general son muy emotivas, deudoras de una encarnación del verso y el poema de carácter en mi opinión más vitalista que conceptual, primando cierta desmitificación no obstante acompañada de pasión por la belleza y el lenguaje.

El conjunto de aforismos encierra versos alternados de un poema fragmentado sobre una flor y sus pétalos que resulta hermoso captar a saltos entre otros pensamientos, indicando que al autor le es imposible no poetizar, y que el libro surge de un mundo atrapado entre versos.

Sin poder añadir más, prefiero dejar este comentario con uno de los aforismos que más me ha interpelado: «en el poema, como en la vida, se comienza sumando y se termina restando»

Beñat Arginzoniz (según foto de naiz)