Querida Madame Proust, No sabe con qué alegría espero la llegada de septiembre para, de acuerdo con el ritual acordado en nuestro salón de té, comenzar con la agradabilísima lectura del segundo volumen de la opus magna. Durante estas semanas desde que terminé el primer volumen, he sufrido burlas, desazones y desencuentros, no puedo negárselo.…